Justificación
equilibrio social.
Diké era la Justicia, entendida como fundamental para la existencia de una ciudad ordenada y civilizada, en la que los ciudadanos dirimían sus conflictos mediante métodos pacíficos y regulados. Eunomía era el buen gobierno о la buena ley, que se caracterizaba por el equilibrio ciudadano y la justicia. Irene, la paz, era la consecuencia lógica de la justicia y el buen gobierno, al tiempo que posibilitaba la existencia de ambos. Por tanto, eran interdependientes. "No hay paz sin justicia y buen gobierno, no hay buen gobierno sin paz y sin justicia, no hay justicia sin paz y buen gobierno". ("Mirón Pérez María Dolores. Eirene: Divinidad, género y paz en Grecia antigua. En Dialogues d'histoire ancienne, vol. 30, n°2, 2004. pp.9-31)
La elección de estos nombres para una revista pretende denotar la intención editorial de no reducir el fenómeno jurídico a un mero análisis normativo de carácter dogmático, sino que extender su expresión a su carácter de fenómeno cultural, diverso, plurívoco. Como tal, esta revista se muestra abierta a miradas interdisciplinares del Derecho, críticas, cuyo objetivo final sea aportar a los estudios en orden a contribuir a generar sociedades más justas. Esto implica, entre otras acciones, la observación y estudio de los sistemas normativos nacionales e internacionales contextualizando su interrelación con: los movimientos sociales, con las políticas públicas o la ausencia de las mismas, cuyos objetivos sean materializar la expresión de las leyes de la ciudad o evitar su concreción.
Por otra parte, la denominación da cuenta del compromiso con el enfoque de género mediante la conformación de un comité editorial paritario y del mismo modo, dentro del proceso editorial, sea en la elección de pares revisores, o en las reglas de estilo y redacción.
Lo anterior, en el entendido que se busca, a partir de una mirada crítica del Derecho, ofrecer ópticas y análisis pertinentes acerca de las condiciones individuales, grupales, institucionales y sociales para la promoción de los derechos y dignidad de las personas. En última instancia, producir conocimiento jurídico que garantice una mirada compleja del ser humano, teniendo en cuenta sus aspectos regionales y globales. Considerando lo anterior como una tarea urgente e impostergable que permita desplegar la promesa de las Horas, esto es, justicia, orden cívico y paz social.